Monday, June 28, 2010

Nieve en Primavera. (Séptima Subida)

Tras haber estado horas caminando por los rededores de la ciudad. Sakura frenó en seco y dijo:


- ¡Eres su sobrino! Gritó y rompió a reír. A pesar de haber compartido ese momento junto a su pintora favorita y aún sabiendo que era verdad, no podía creer el haber sido tan afortunada de conocerla en persona y tener en su misma clase a su sobrina, ni más ni menos que: el invasor, el auxiliador, el arrogante, el triste, el chico nuevo.
- Sí, es mi tía. Disculpa pero, ¿Podrías despertar de una vez? Quiero ir a casa pero no tengo ni la más mínima idea de como llegar. Llevas horas perdida en ti misma y ni siquiera te he podido hablar para pedirte indicaciones ¿Cómo llegó a los condominios Shuran? Preguntó él algo cansado, pues aunque había aprovechado ese tiempo en conocer un poco más la ciudad, se estaba haciendo tarde y tenía que estar en casa antes de que su abuelo notasé su tardanza.
Sakura reaccionó al instante y se disculpo por su desconcideración, le nostró la manera de llegar a donde quería, se despieron con un simple saludo y cada quien tomó el camino debido. 

Ya en casa, sintió que la realidad se hacia presente. No había duda de que todo aquello había sucedido realmente, hace tanto que no se la pasaba tan bien, hace tanto que no podía disfrutar de una tarde como lo había hecho este día.
- Sakura ¿A dónde iremos ahora? Preguntó él mientras juguetaba con la mano de ella y la besaba como a una reliquia.
- Quiero ir a una galería en Viena donde Otomustam Miruki-sama está presentando uno de sus más recientes trabajos. Me he enterado de que son una verdadera obra de arte. No podía esperar menos de Otomustam- sama. Dijo ella sonriente y algo ida por las fantasías ,que en  cuestión de segundos, su mente había creado.
- ¿Obra de arte? ¿Tienes espejos en tu casa mon fleur? Ingadó él. A lo que ella respondió afirmativamente pero algo desconertada. ¿Que tenía que ver el espejo con la obra de arte? No estaba hablandole del arte que se aprecia en los muebles y la madera, sino de pinturas...
- Puedes ver todo el día el mayor tesoro del mundo, en lo que a belleza artística respecta Vous surpasser la beauté de La Joconde. Conluyó él logrando que su enamorada se sienta sobrecogida y se sonrojase.

Él estaba presente en todo momento de su vida, directa o indirectamente. Lo había hecho tan parte de sí, que habiendo compartido sueños, metas, alegrías, tristezas, enojos, entre otras cosas, no podía experimentar nada sin tener al menos un recuerdo junto a él, haciendole ver, que aún había una pieza faltante en su vida, y no podía negarlo.
Lo amaba, aún después de su partida, ella lo amaba, mucho, demasiado. De la misma manera en la que él la amo a ella mientras respiraba. Cada palpitar de sus corazones parecían encontrarse conectados, de manera de sonaban armonícamente, en conjunto; aún no lograba entender, como podía seguir la función, si un sonido se había apagado ya. Ilógico, susurró y una lágrima de impotencia rodó por sus mejillas ahogandola como tantas veces en un mar de soledad. 


Saturday, June 26, 2010

Nieve en Primavera. (Sexta Subida)

Una vez que llegaron a Mediateca, subieron hasta la galería, y en la recepción, entregaron las dos invitaciones y entraron a la exposición.
- Sin duda, tiene una gran técnica. Dijo Yuki observando con cuidado las pinturas.
- Sí, pero yo creó que lo que hace geniales las pinturas de Otomustam- sama, es el amor que tiene por el arte. Toda la dedicación que tiene hacia ella desde pequeña y el conocimiento adquirido a través de los años y de sus presentaciones alrededor del mundo, tiene mucha experiencia. Decía Sakura sin dejar de mirar los cuadros, maravillada por lo que veía.
- Pareces una auténtica fanática. Dijo Yuki, mientras la miraba de reojo, afirmando su teoría acerca del fanatismo de la chica, por su tía.
- Lo soy. Fue lo único que agregó Sakura y en las horas siguientes, no volvieron a hablar, puesto a que ambos analizaron con verdadera dedicación las obras, no sólo para dar una buena crítica de ese arte, sino para aprender un poco más acerca de la técnica, los colores, y lo que encierran las pinturas de naturaleza muerta en sí.
Al terminar de ver, todas las pinturas habidas en aquella sala, apareció una hermosa mujer, de alta estatura, unos preciosos ojos azules, tez clara, delgada y con una sonrisa que envolvía a todos a su alrededor. Todos se acercaron a saludarla y felicitarla, había sido una magnífica exposición. 
- ¡Yukito! Dijo la artista con verdadero júbilo al ver al joven.
- Tía.Respondió él con una resplandeciente sonrisa. Denota verdadera gratificación.
Apenas llegó a él, le dio un fuerte abrazo y lo miró de pies a cabeza, como calculando la diferencia de estatura y peso desde la última vez que lo había visto.
Mientras que Sakura, sólo miraba, prácticamente boquiabierta la escena familiar, que parecía tan fuera de lo común. Ahora entendía el porque de las entradas gratis.
- Tía, te presentó a Sakura-san. Es una admiradora de tu obra & me ha ayudado ha llegar hasta aquí. Yuki hizó la respectivas presentaciones ya que veía intrigada a Miruki-sama por su acompañante.
- Pero que linda jovencita. Un gusto querida, yo soy Miruki. Saludo con una sonrisa simpática.
- Si, s--i, lo s--é. ¡Un gusto! Los nervios la dominaron e hizó una reverencia lo más pronto posible y con gran enfásis, lo que causó gracia a la artista, que en un intento por calmar los ánimos, le pregunto que le había parecido la exposición.
Y ella respondió sin hablar, simplemente indicando la dirección en la que se encontraba su favorita. La había cautivado, una pintura, donde se apreciaba la imagen de un par de vegetales y frutas sobre papel periódico, alrededor de ellas se podía ver árboles sin hojas, prácticamente sin vida y tenía un fondo de un color combinado que lo hacía más llamativo de lo que ya era. Miruki-sama comentó que también era una de sus favoritas, pero que le traía malos recuerdos ya que lo había pintado un día en el que no estaba en buen estado anímico, y más que nada, ese cuadro, denotaba tristeza, soledad, abandono....Y procedió agradecer la presencia de ambos en la presentación.

Luego de eso, le preguntó a Yuki sobre su predilecta y éste le mostró un diseño bastante sencillo, pero sin dejar de ser brillante, todo era de un color azul radiante: unas frutas, sobre un plato que se encontraba sobre una mesa, sólo se lograba distinguir una naranja colorida entre todo este azul.

La autora lo felicitó por su gran elección y le explicó que en ese diseño quizo plasmar una tarde fría en el Norte de Japón a la vez, y la naranja representaba, que aún en la frialdad del día o la vida, siempre habrá algo que endulce o suavice el mal rato.
Después de haber compartido un largo rato con los jóvenes, pidió disculpas  indicando que tenía que resolver algunos asuntos respecto a la compra de unos dibujos , le pidió a su sobrino que no pierdan contacto y se retiró.
Sakura y Yuki, se encontraban ya en el elevador para salir de la instalación, y Sakura no salía aún de su sorpresa y Yuki pensaba: "Por lo visto, sus reacciones siempre son algo dramáticas, también es algo impulsiva, debería tener más autocontrol. Sin embargo, es bastante graciosa." mientras reía para sus adentros.

Thursday, June 24, 2010

Nieve en Primavera. (Quinta Subida)

Primer día de clases.
¿No podían durar un poco más? ¡Qué ingenua! Pensar que por tener más vacaciones, lograría tener descanso...desde que él se fue, no había descanso, eso era para la gente completa, un ser incompleto como ella no podía aspirar esa clase de sensaciones. Iba pensando mientras caminaba por los pasillos de la Universidad, hasta llegar a la que sería su aula de clases por el resto del año, en la Facultad de Bellas Artes.

Al llegar al salón, eligió un asiento, detrás de una antigua amiga de colegio. Pensó que no la recordaría, pero apenas la vio, la saludo.
- Buenos días Saku-san. Dijó mientras hacia una rápida inclinación de su cabeza, una chica delgada, de aspecto simpático, con una sonrisa leve en su rostro delicado, a la vez que se le hacían unos pequeños hoyuelos.
- Bueno días, Kari-san. Correspondió el saludo, tanto verbal como corporalmente y se sentó a "leer" para no alargar una plática inoportuna. Inoportuna porque su humor no estaba como para fingir estar demasiado bien, cuando se sentía devastada.

En un plazo de media hora, y tras que Sakura despertará de su estado de autismo;  una profesora entró al aula de clases y todos se apresuraron a levantarse para dirigirse correctamente hacia la maestra.
- Buenos días. Saludaron todos y la profesora respondió con una reverencia.
- Alumnos y Alumnas. Bienvenidos a su primer año de estudio de Bellas Artes. Yo seré su maestra de Poesía en el transcurso del año estudiantil. Espero puedan acoplarse al nivel académico y mantener el ritmo. Mucha suerte a todos.
Y apenas finalizó golpearon la puerta de la habitación y apareció el director de la universidad Mirova.
- Buenos días, disculpe la intromisión. Es sólo que  este jovencito estaba algo perdido, es un recién llegado de Inglaterra así que no entiende muy bien el horario de clases y demás. Lo dejo a su cargo, permiso.Finalizó el anciano y le presentó a la profesora un joven que, de inmediato atrajo la atención de Sakura. 
¿Él aquí? Claro, luego la de las alucinaciones soy yo.
- Pase, por favor.
- Buenos días. Saludo Yuki apropiadamente.
La maestra le indicó el asiento próximo al de Sakura ya que estaba desocupado y ella pensó para sus adenrtos: Semejante suerte la mía; a modo de burla por lo irónico de las cosas que estaban aconteciendo desde el miércoles pasado en su vida.
Las clases de ese día fueron cortas, ya que no eran realmente "clases", sino simples repasos acerca del nuevo modo de estudio. Las clases verdaderas comenzaban la semana siguiente, en el mes de septiembre. Y aunque ya faltaba poco, era de gran ayuda para los nuevos universitarios esos datos que le brinadaban en esa semana de pre-ingreso.
Ya en la hora de salida Sakura arregló rapidamente sus cosas y se encaminó para salir a hacer un par de compras, pero recordó que tomando en cuento que Yuki, era nuevo, no sólo en la universidad sino también en la ciudad, debía ser un poco más amable con él y ayudarle.
- Yuki-san. Dijo ella. 
- Sakura-san. Respondio él.
- Sólo quería decirte, que si necesitas ayuda en algo, respecto a la mudanza o el estudio. Puedo ayudarte, no tengas reparo en decirme en caso de necesitar una mano. Dijo ella y se decidió a retirarse cuando él dijo: Necesito ayuda.
Al instante, se arrepintió de haberse ofrecido, pero se volteó con una sonrisa en su rosotro y le dijo: Díme.
- Tengo que ir a un lugar, pero no sé como llegar. Contestó él, sin mirarla, parecía confundido acerca de como expresar lo que tenía que decirle.
- Puedes buscarlo en el mapa. Dijo ella y se mofó de si misma. Era broma, pues bien, sólo dime la dirección o nombre de ese sitio y estarás allí lo más pronto posible. 
-  Es en la Galería de Mediateca.


- ¿Una galería? ¿Tienes invitaciones a la exposición de Otomustam Miruki- sama? ¡He escuchado que este año tiene una maravillosa colección de Naturaleza Muerta! Que afortunado eres al poder ir a presenciar su obra. Dijo Sakura con total asombro y una chispa de envidia sana en su interior.
- ¿Quieres venir conmigo? Dijo él viendola con sincera curiosidad y espectativas.
- ¿En serio? ¡Si, claro que sí! Sonrió, ahora si, por su buena suerte, ya que era una gran admiradora de esa gran artista.
- Vamos. Culminó Yuki y ambos se pusieron en marcha rumbo a la galería.





¿Quiénes se creen?

Y se creen dueños del mundo, con derecho a hacer y deshacer las cosas a su antojo, por el simple hecho de ganarte en autoridad, edad, rango, u otra cosa, que no viene al caso, porque al fin de cuentas todos somos humanos y valemos en igual medida.
Es completamente insólito que algunas personas se sientan con poder sobre uno, como si fueramos alguna clase de mercancía o como si vivieramos en algun tipo de esclavitud moderna. Y claro, la carencia de imaginación los lleva a siempre acortarnos las alas con cosas materiales. 
Nos enseñan acerca del amor, nos enseñan de la paz, y nos enseñan tantas cosas más que van a parar al tacho de basura por sus propias acciones...¿Cuando entenderán de que no se trata solamente de hablar sino también de enseñarnos con ejemplos? Es absurdo que crean que vamos a hacer todo cuanto nos dicen por el simple hecho de que lo dicen ¿Quiénes se crees? ¡Hazme el favor! Puedes decirme un millón de veces que hacer eso está mal, pero si veo que lo haces, No entederé porque está mal. Es ilógico entender toda esa sin razón.
Pero los tiempos cambian, siempre digo eso, los tiempos cambian y las personas también; hay tiempos en que somos subordinados y tiempos en los que somos la autoridad, es sólo cuestión de paciencia, de hay el dicho de "No hagas a otros, lo que no quieres que te hagan a ti." Y es que gracias a la Ley De Atracción, el que la hace, la paga. 
De todas maneras, de eso se trata vivir, de golpearce mucho la cabeza, para entender como son las cosas en realidad, porque no todo es color de rosa, creánme, hay días en que IT SUCKS!

Sunday, June 20, 2010

Nieve En Primavera. (Cuarta Subida)

Ya en su cuarto empezó a hundirse en sus pensamientos.
El día no parecía tener intensiones de terminarse, el reloj apenas marcaba las siete de la noche y ella no podía más. Ese día aún dolía mucho, el pasar de los años, sólo había logrado acentuar en ella el dolor, más no desvanecerlo...¿Cómo podía seguir adelante? Vivía en una lucha constante por seguir, sin duda, insoportable.

- ¡Sakura! Gritó Rui de largo. Y ella, como era de esperarse, corrió a su encuentro angustiada.
- ¿Qué sucede? ¿Te lastimaste mi vida? Dijo asustada y él comenzó a reírse y ella al notar lo absurdo de su preocupación pensó en darle un golpe en el brazo izquierdo, pero ya era demasiado tarde, él se había echado a correr entre risas estruendosas que llenaban por completo ese hermoso paisaje en el que se encontraban.
- ¡Saku! ¡Te Amo, mon petite! Dijo frenandose esperando a que ella lo alcance.
- Eso no te salvará, pequeño granuja. Gritó al momento que lo tuvo cerca y le pudo propinar el merecido golpecito en el brazo izquierdo.


- No te alejes nunca de mí Rui, nunca. Dijo ella abrazándolo y cerrando sus ojos. Guardando por siempre en su memoria el sentirlo así, cerca y suyo. 
- Nunca Sakura. Ahora mismo ya eres parte de mí, y yo parte de ti, separarnos es un imposible. Le dijo, a la vez que besaba sus cabellos y se regocijaba en ese momento perfecto que tenían. - ¡Ah! Tengo algo que mostrarte. Dijo y saco de su bolso un cuaderno con cobertor azul que decía "Poemas" en su portada, mientras que en la parte superior de la hoja en la que abrió el cuaderno se leía: Mon Fleur D'Amour, era un poema de seis estrofas, dedicado a ella, de principio a fin, el impacto que ella había causado en su vida, esos sentimientos que lo inundaban al estar juntos y su fascinación por las flores comunes antes de conocerla, porque ella era la más perfecta de todas, ella era su flor de amor.
- ¡Mi amor! ¡Eres un verdadero artista! Eres una estrella, la estrella de mi vida. Le comentó ella mientras enrojecía por sus propias confesiones.

Sin duda ella se había sentido la chica más dichosa del mundo, su enamorado era un poeta nato y sus versos de amor eran siempre para ella; pero más que nada, su corazón romántico le pertenecía, pedir más... era demasiado.
Pero ese tiempo ya no volvería, porque ahora él no era más que un recuerdo latente en su vida. Sólo había sido una hermosa estrella fugaz en su mundo, y no volvería jamás. 
Nuevamente se sentía abatida, parecía que los momentos de paz solo se presentaban cuando lo recordaba a su lado, volver a Japón la había abrumado de anécdotas imborrables, que se presentaban con mayor frecuencia por encontrarse en el lugar de los hechos.
Estaba a punto de entrar en llanto cuando vio su pared y vio la pegatina descolorida de una estrella que él había pegado años atrás para que no este sin él nunca, y ella había pegado una pegatina de una flor en el cuarto de él; así nunca se alejarían, ni siquiera para dormir; estarían siempre juntos...Siempre.

Thursday, June 17, 2010

Diferencias psico - humanas.

Es raro cuan iguales y diferentes podemos ser las personas. Es un hecho admirable, las distintas formas de desarrollo de ideas de los seres humanos aún cuando todos los cerebros tienen un mismo proceso de funcionamiento. Es realmente sorprendente cuan diferentes pueden ser las maneras de pensar de un hombre y una mujer, aún cuando presentan tantas similitudes al ser ambos humanos. 
Supongo que muchas chicas caemos siempre en el error de pensar que los chicos piensan y sienten exactamente igual que nosotros o incluso llegamos a pensar que son esa máscara de hierro que aparentan ser... pero, en el fondo ellos también tienen un corazoncito que hace boom-boom-boom, sólo que al parecer en un ritmo diferente al nuestro.
Los del sexo masculino no pueden ser considerados nunca seres insensibles, porque si realmente lo fueran, perdieran su humanidad...pero algunas somos tan histéricas, inconscientes, ilógicas, impulsivas, que no logramos darnos cuenta de cuando sufren, cuando lloran internamente, cuando son considerados, cuando dejan de lado sus enojos por estar bien con nosotras, cuando simplemente se relajan para que todo este perfecto; sin duda, los chicos a su manera, son maravillosos.
Es sólo que ellos tienen una manera de dar a relucir ese tipo de cosas...muchas veces las mujeres nos jactamos de ser la más expresivas, altruistas y sentimentales, cuando ellos nos ven como unas melosas, extremistas y dramáticas, es entonces cuando nos enojamos, pero... ¿No hacemos nosotras lo mismo con nuestro criterio acerca de ellos? Para ser sinceras no los entendemos bien, pero no podemos cubrirnos la espalda siempre con esa excusa, es como si cada vez que hiriéramos a una amiga le dijéramos "Hey, lo siento, pasa que todas las personas somos un mundo diferente y no sabía que te sentirías de esa manera." ¡Chicas las cosas no son tan simples! Es comprensible que todos seamos distintos pero eso no nos derecho a lastimarlos "sin querer" a diestra y siniestra (Chicos, lo mismo para ustedes eh). 
Ellos tienen maneras tan dulces de mostrar sus sentimientos, de una forma casi imperceptible (si es que no eres observadora), ellos demuestran muchas cosas. Aquí un par de ejemplos, frases como: "Haz lo que quieras", es casi imposible que hagamos lo que queramos una vez que demuestran su enojo por eso, se contradicen de una manera tan tonta, pero a la vez tan tierna, es como si dijeran: ¡OK! No me quieres oír, entonces haz lo que quieras...ya te lo advertí y si te lastimas yo no sé. Es su manera de decir: Me preocupe por ti y por eso te dije eso pero si no me quieres oír, decisión tuya. "Entonces andate con él." Eso es realmente conmovedor, no es como si dijeran: Vete con otro, no quiero verte más. Es más bien una manera de decir: Estoy celoso y te quiero, pero es cosa tuya irte con él o quedarte conmigo. "Si quieres saber eso pregúntale a él mismo, no a mí." No es que sean groseros, es que a nosotras nos falta tacto: Si quieres decirle algo, díselo, pero  no me uses como medio de comunicación, yo te quiero, pero no soy tu sirviente. "Basta de cursilerías." Eso es una clara muestra de: Me avergüenzas, basta. Pero no esa vergüenza mala, sino esa que te da, al sentirte muy querido y que te pone feliz pero no sabes de que manera reaccionar.
Es verdad que todos somos un mundo aparte, y que cada mente es una tierra nueva llena de cosas por descubrir, pero eso no quiere decir que habrán cosas de otro espacio,  ni nada por el estilo, eso sólo quiere decir tenemos diferentes tiempos y perspectivas para las cosas, pero iguales sentimientos, pensamientos, sensaciones...Sólo tenemos que aprender a entender los corazones de unos a otros...No es fácil, lo sé. Pero tampoco es imposible.
Adelante venusinas y marcianos ¡Querer es Poder! Que viva el amor y la amistad.

Wednesday, June 16, 2010

Nieve En Primavera. (Tercera Subida)

- ¿Estás bien? Preguntó el chico al que antes había visto en su lugar especial y se impresionó pero respondió con un ahogado. - Sí.
- No lo parece ¿Siquiera puedes pararte? Preguntó nuevamente, con cara de incredulidad y cierto sarcasmo en su tono de voz.
- Claro que sí. Dijo ella. - Estaba parada hace un segundo; no sé en que momento llegué a esta posición... Se asombró de sus propios actos. Hace un momento había estado camino a casa, muerta de rabia por la invasión de su territorio y de repente se da cuenta de que no estaba ni a más de 10 metros de ese mismo lugar, y siento auxiliada por "el invasor". ¡Maldición! Dijo para sus adentros por la patética situación que sentía estar viviendo.
- Tal vez no lo has notado, pero llevas así cerca de una hora, hace 15 minutos estaba yéndome y me sorprendí o más bien, asuste, al ver el estado inmóvil en el que te encontrabas. Levántate y ve a casa, se está haciendo tarde. Dijo él, se puso de cuclillas frente a ella y terminó diciendo: Y ya deja de llorar. Al mismo tiempo que le extendía un pañuelo blanco con rayas celestes que había sacado de su bolsillo. Era ese tipo de pañuelos que los adultos mayores suelen cargar.
- Gracias. Respondió Sakura mientras se paraba, con algo de dificultad, pues sus músculos estaban tensos por la extensión de tiempo que permaneció en su previa posición: En cuclillas, con la espalda encorvada, abrazándose a sus piernas.
Ahora creía realmente las palabras que le había dicho "Llevas así cerca de una hora." Limpió su rostro enjuagado por sus lágrimas e intento respirar profundamente...tratando de sentirse viva, comprobando que su cuerpo aún funcionase. E intentó devolverle el pañuelo a ese joven...que ya no se veía como un completo osado, pues había mostrado su lado amable.
- Quédatelo, tengo mucho más en casa y al parecer lo necesitas más que yo. Concluyo él, ahora sin mirarla mientras se levantaba y se alejó a pasos cortos y lentos de allí.
A pesar de la ayuda que le brindó y de lo esquivo que era, no parecía estar bien, parecía que algo le dolía o incomodaba...a simple vista ella había encontrado a un chico arrogante, pero viéndolo bien, de cerca, se sentía una pena demostrada sin querer en esos ojos cenizos.

"Kuri, nunca estarás sola, nunca. En toda palabra amable, sentimiento de cariño o simple atención, estaré yo haciéndome presente ante ti, siempre para ti; porque Je t'aime mon amour." Al recordar eso una sonrisa iluminó su rostro. Gracias a Rui, ella aún podía sonreír; gracias a su amor, aún podía vivir.

- ¡Abuela! Estoy en casa ¿Hay helado en la re...? Dejo su frase inconclusa al ver la silueta de una mujer de mediana estatura, con ropa formal: falda llana hasta la rodilla de color crema y camisa manga larga rosada, arrodillada bebiendo té en la mesa de sala junto a su abuela.
No pudo más que gritar "¡Mamá!" con todas sus fuerzas y se abalanzó sobre ella. - ¡Te extrañe!¿Y papá? Indagó su hija sonriente,  llena de gozo.
- Vendrá el fin de semana, se quedó en Canadá. Tenía que resolver algunos asuntos de trabajo, mi vida. Le respondió su madre, a la vez que acariciaba con dulzura su cabello y su cara. Te ves cansada cariño, ve a descansar.
Desde que era una pequeña niña, siempre había admirado a su madre. Era como un dulce en cualquier momento de su vida, con esa cara semi-fina, esos gestos gentiles, esa voz suave, esos ojos de miel, ese cabello castaño claro y más características de su persona, eran un claro reflejo de esa personalidad suya; como una delicada flor, exactamente así. Cuanta paz sentía siempre estando junto a ella.
- Está bien, iré a tomar una siesta. Dijo obedientemente, sin discutir, pero antes paso por donde su abuela y beso su frente, a la vez que decía - Hola, reina mía. Hasta más tarde, las amo. Y se retiró, en silencio, a su habitación.


Monday, June 14, 2010

Nieve en Primavera. (Segunda Subida)


Y sintió que una fría ráfaga de viento hizo temblar su cuerpo…Sin duda él estaba en lo correcto; era un lugar del condado, del cual ella sin consentimiento de nadie se había apropiado.
-   Tienes razón. Dijo ella ya sin ese tono autoritario y más bien con una sentida resignación.
-    Me llamo Yuki Noskcaj. Dijo él sin apartar sus ojos de su punto de fijación.
-   Sakura Shon, un gusto. Adiós. Respondió más por educación que por verdadero placer y se retiró de ahí.
Ese chico había profanado ese paraíso terrenal que ella con tanto anhelo había protegido de extraños y por ende su sola presencia representaba una molestia.
Parecía salido de un cuento: con su metro, ochenta y cinco (Eso era lo que ella había calculado que media), con esos ojos brillantes y esa cabellera exuberante color cobrizo¡Ah claro! Y como podía olvidar su ropa, ese típico atuendo elegante: buzo blanco a la altura del cuello, chaleco crema hasta las rodillas, zapatos blancos relucientes y un jean celeste apegado.  Con el poco tiempo que habían compartido fue suficiente para examinarlo de pies a cabeza.
Sin duda seguía siendo esa chica “observadora” al parecer de él; aunque ella se definía más bien como Calculadora… ¡Cómo lo extrañaba! Él tenía el poder de transformar todo lo malo en bueno…Después de todo era él.
-   Dime Rui ¿Qué te gusta de mi cara? Dijo ella mirándolo y entre sonrisas coquetas.
-  La pregunta debería ser ¿Qué no me gusta de tu cara? Pero…ni aún así habría lugar para una respuesta correcta.
No había entendido su respuesta y pensaba ingenuamente que había una clase de insulto oculto en sus palabras, así que se enfurruñaba y cruzada de brazos, ponía cara de pocos amigos sintiéndose a la vez, decepcionada.
Y él…él sólo reía, con alegría, con ternura, con esos ojos enamorados que a ella tanto le gustaban. Él la hacia sentirse amada y, a ella, con eso le bastaba.
-   Mejor dime tú, que no te gusta de tu cara. Dijo él viéndola con detenimiento.
-  Pues, es muy redonda. Mis labios son muy finos. Y mis ojos muy pequeños…no lo tomes a mal, pero es lo que más odio de ser descendiente de un padre asiático, estos ojos diminutos. Dijo ella señalando sus ojos y haciendo una mueca graciosa que no pudo más que hacer reír a carcajadas a su acompañante.
- Yo…amo tu rostro y, lógicamente, todo cuánto a él concierne. Amo la suavidad de tus mejillas y lo fácil que resulta jugar con ellas, si tu cara fuera muy fina, no sería divertido. Amo tus labios, son como los de una muñequita de porcelana: finos, delicados, dulces; si fueran carnosos, perdería tu rostro ese hermoso toque. Y por último amo, con todo mi ser, tus ojos, esos ojos de pequeñitos que parecen chocolatitos listos para comer. Dijo él riéndose muy fuerte por sus propias ocurrencias, risa a la cual ella se unió mientras lo abrazaba y llenaba de besos. 


Saturday, June 12, 2010

Nieve En Primavera. (Primera Subida)


PRIMER CAPÍTULO: "Ráfaga de viento." 

* Tokio, Japón. Verano (Agosto 25, 2010)

Ella empezó a correr desesperadamente, no le importaba a donde se dirigía...o por lo menos eso era lo que quería  pensar, pero no pudo más que admitir su auto-engaño cuando al parar se encontró nuevamente ahí. En ese lugar perfecto donde tanta veces se encontró con él, tantas veces hicieron carreras a ese lugar, tantas risas, tantas sonrisas, tantos besos...sin duda ese era el sitio de ellos dos, con esos árboles altos y sus hojas verdes, con esa laguna transparente, con ese pasto suave, ese que no pica...o por lo menos, así lo sentían ellos; todo parecía perfecto cuando estaba con él...Pero ahora ese lugar no era más que un espacio vacío, que hacia añicos otra vez a su corazón con solo encontrarse ahí. Hizo una inspección lenta de cada rincón en el que compartió un momento a su lado pero su vista se paró bruscamente en él...un chico que se encontraba en la esquina de la derecha...mirando al cielo, como ahogado en sus pensamientos; era un chico alto, de piel realmente clara, de un cabello castaño claro, que amenazaba con ser negro, pero el rubio no había permitido su cometido, predominando así sobre la oscuridad...y unos ojos, que no alcanzó a visualizar, pero podría jurar que eran claros. 
- ¡Tú! ¡¿Qué haces aquí?! gritó ella algo nerviosa pero enojada, ¿Cómo podía estar un ser humano cualquiera invadiendo esa tierra santa? Ese lugar maravilloso, ¡En especial en un día como este! ¿Cómo se atrevía? ¡Era un completo osado!
Él la miró...y sin responder nada, volvió a fijar su mirada en el cielo, pretendiendo no oírla, sin importarle su presencia...ignorándola.
- ¡Hey tú! El chico del abrigo blanco ¿Qué haces aquí? insistió ella, enfadadísima por la respuesta muda del muchacho.
- Es un país libre ¿No? Tengo entendido que este bosque es del condado, así que puedo estar aquí. Dijo él sin dejar de mirar el cielo, parecía absorto en él, sus ojos parecían quererlo alcanzar.
Ella sintió una punzada en su corazón, cuanto amaba el cielo...cuanto amaba verlo reflejado en  ese verde transparente, como los ojos de aquel que tanto amó,que reflejaba sin problema ese cielo raso. 


 

Thursday, June 10, 2010