Monday, June 14, 2010

Nieve en Primavera. (Segunda Subida)


Y sintió que una fría ráfaga de viento hizo temblar su cuerpo…Sin duda él estaba en lo correcto; era un lugar del condado, del cual ella sin consentimiento de nadie se había apropiado.
-   Tienes razón. Dijo ella ya sin ese tono autoritario y más bien con una sentida resignación.
-    Me llamo Yuki Noskcaj. Dijo él sin apartar sus ojos de su punto de fijación.
-   Sakura Shon, un gusto. Adiós. Respondió más por educación que por verdadero placer y se retiró de ahí.
Ese chico había profanado ese paraíso terrenal que ella con tanto anhelo había protegido de extraños y por ende su sola presencia representaba una molestia.
Parecía salido de un cuento: con su metro, ochenta y cinco (Eso era lo que ella había calculado que media), con esos ojos brillantes y esa cabellera exuberante color cobrizo¡Ah claro! Y como podía olvidar su ropa, ese típico atuendo elegante: buzo blanco a la altura del cuello, chaleco crema hasta las rodillas, zapatos blancos relucientes y un jean celeste apegado.  Con el poco tiempo que habían compartido fue suficiente para examinarlo de pies a cabeza.
Sin duda seguía siendo esa chica “observadora” al parecer de él; aunque ella se definía más bien como Calculadora… ¡Cómo lo extrañaba! Él tenía el poder de transformar todo lo malo en bueno…Después de todo era él.
-   Dime Rui ¿Qué te gusta de mi cara? Dijo ella mirándolo y entre sonrisas coquetas.
-  La pregunta debería ser ¿Qué no me gusta de tu cara? Pero…ni aún así habría lugar para una respuesta correcta.
No había entendido su respuesta y pensaba ingenuamente que había una clase de insulto oculto en sus palabras, así que se enfurruñaba y cruzada de brazos, ponía cara de pocos amigos sintiéndose a la vez, decepcionada.
Y él…él sólo reía, con alegría, con ternura, con esos ojos enamorados que a ella tanto le gustaban. Él la hacia sentirse amada y, a ella, con eso le bastaba.
-   Mejor dime tú, que no te gusta de tu cara. Dijo él viéndola con detenimiento.
-  Pues, es muy redonda. Mis labios son muy finos. Y mis ojos muy pequeños…no lo tomes a mal, pero es lo que más odio de ser descendiente de un padre asiático, estos ojos diminutos. Dijo ella señalando sus ojos y haciendo una mueca graciosa que no pudo más que hacer reír a carcajadas a su acompañante.
- Yo…amo tu rostro y, lógicamente, todo cuánto a él concierne. Amo la suavidad de tus mejillas y lo fácil que resulta jugar con ellas, si tu cara fuera muy fina, no sería divertido. Amo tus labios, son como los de una muñequita de porcelana: finos, delicados, dulces; si fueran carnosos, perdería tu rostro ese hermoso toque. Y por último amo, con todo mi ser, tus ojos, esos ojos de pequeñitos que parecen chocolatitos listos para comer. Dijo él riéndose muy fuerte por sus propias ocurrencias, risa a la cual ella se unió mientras lo abrazaba y llenaba de besos. 


2 comments:

  1. Muy lindo Made....realente me trasladé a ese hermoso lugar y creo ke hasta pude ver esa linda pareja en su rapido y dificil conversar....beshito!! DTB

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  2. Gracias Srita! ^.^

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Sentimientos